Después de más de un año de parón vuelvo a la carga con estos deliciosos rollos de canela. La receta la he cogido del libro El aprendiz de panadero, de Peter Reinhart.
Ingredientes:
- 90g de azúcar granulado
- 80g de mantequilla a temperatura ambiente
- 7g de sal
- 1 huevo L
- 450g de harina de uso común o de fuerza (tuve que añadir más hasta que la masa quedó bien)
- 5g de extracto de limón
- 6g de levadura de panadero liofilizada
- 260-300ml de leche a temperatura ambiente (yo puse 260ml)
- 90g de azúcar + 15g de canela
- 25g de mantequilla derretida
- azúcar glas
- leche
- extracto de limón
Preparación:
1.- Batir el azúcar, la sal y la mantequilla a velocidad media en un robot de cocina con el accesorio de pala. Incorporar el huevo y el extracto de limón y remover hasta que quede bien mezclado. Añadir la harina, la levadura y la leche. Mezclar a velocidad lenta hasta que forme una bola. Cambiar la pala por el accesorio de amasar y aumentar la velocidad hasta nivel medio. Amasar durante unos 10 minutos o hasta que la masa quede sedosa y fina, adherente pero no pegajosa. Puede que tengas que añadir algo de harina más hasta conseguir esta textura. La masa debe superar la prueba de la membrana, y registrar una temperatura entre 25º -27º.
2.- Engrasar ligeramente un bol con aceite y colocar la masa, dándole vueltas para que quede completamente engrasada. Tapar el cuenco con film de cocina. Dejar fermentar a temperatura ambiente unas dos horas, o hasta que la masa doble su tamaño.
3.- Rociar la encimera con un pulverizador de aceite o harina y colocar la masa encima. Estirar la masa con un rodillo enharinado. Formar un rectángulo de 1,5 cm. de grosor y de unos 30 x 35 cm. de superficie para formar bollos grandes o de 45 X 22 cm. para bollos pequeños. Untar la masa con la mantequilla derretida y espolvorear la mezcla del azúcar con la canela. Enrollar como un cigarro creando una espiral, con la junta hacia abajo (No presionar demasiado, ya que los bollos resultantes serán duros y correosos, en vez de blandos y esponjosos). Cortar la masa en 12-16 trozos de 3 cm. de grosor.
4.- Forrar una bandeja con papel de hornear. Colocar los bollos dejando separación de 1 cm. de modo que no se toquen pero que queden unos cerca de los otros.
5.- Dejarlos reposar a temperatura ambiente hasta que se toquen o que casi hayan doblado el tamaño.
6.- Introducir en el horno precalentado a 175º y colocar la bandeja en posición intermedia, durante 20-30 minutos o hasta que queden dorados. Yo en 20 minutos los tenía listos.
7.- Dejarlos enfriar en la bandeja durante unos 10 minutos, mientras preparamos el glaseado. En un cuenco, ponemos azúcar glas, un chorrito de extracto de limón y vamso echando leche y mezclando con un tenedor, hasta que quede espeso y homogéneo. Una vez pasados los 10 minutos, les echamos el glaseado con la ayuda del tenedor y los pasamos a una rejilla hasta que se enfríen por completo.
Están buenísimos y dejan un olorcito increíble por toda la casa.